Hoy rendimos homenaje con orgullo y gratitud a quienes con sus manos trabajan la tierra y alimentan a la nación: nuestros agricultores. Su esfuerzo, sacrificio y dedicación son la base de nuestra seguridad alimentaria y del desarrollo de nuestras comunidades.

Desde el surco hasta la cosecha, ustedes son ejemplo de trabajo digno, de amor por el campo y de compromiso con el futuro.

Gracias por sembrar no solo productos, sino esperanza y vida. ¡Felicidades en su día!